Director Guion |
Aaron Sorkin |
Productores |
Marc E. Platts Stuart M. Besser Matt Jackson Marc Platt |
Productoras |
Marc Platt Productions DreamWorks |
Distribuidora |
Netflix |
Disponible |
Netflix S |
Reparto |
Sacha Baron Cohen (Borat) Eddie Redmayne (Fantastic Beasts and Where to
Find Them) Alex Sharp (The Hustle) Jeremy Strong (Succession) John Carroll Lynch (Zodiac) Yahya Abdul-Mateen II (Aquaman) Mark Rylance (Bridge of Spies) Joseph Gordon-Levitt
(The Dark Knight
Rises) Frank Langella (Frost/Nixon) |
La década de los 60’s es uno de esos periodos de la historia donde se puede ver con claridad qué pasa cuando dos generaciones diferentes chocan entre ellas, por un lado la generación que vivió las décadas donde Estados Unidos se convirtió en una potencia y por otro la generación que desea un mundo diferente, este choque se puede ver claramente en esta película, sobretodo en su juicio un tanto peculiar… por no decir inaudito.
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Esté largometraje fue una de
esas películas que me dieron cierta curiosidad de ver por la participación de Sacha Baron Cohen y Eddie Redmayne, el primero por sus
películas irreverentes y el segundo por su versatilidad, pero lo que realmente
me motivo a verla fue sus 6 nominaciones
a los Premios Óscar de este año, y después de verla puedo entender porque esta en la lista de los posibles ganadores.
La actuación de Cohen estuvo a la altura de las circunstancias,
sobre todo por aprovechar su irreverencia característica para un personaje honesto y gracioso. El guion fue uno de los mejores puntos a su favor, pues no solo podemos ver
un juicio realizado bajo criterios dudosos por no decir cuestionables, también nos presenta una serie de diálogos
fuera del juicio que nos pone a pensar sobre cada postura.
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De igual forma, hay escenas
que nos muestran el uso de la fuerza por parte de las autoridades, así como sus
métodos para disuadir los movimientos -para la gente que ha participado en
marchas con fines políticos, estas cosas nos les parecerán nuevas- dichas
escenas hacen que el espectador sienta empatía por los personajes, en especial
con Bobby Seale, interpretado por Abdul-Mateen.II, quien recibe uno de los peores tratos en toda la película.
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No puedo dejar de lado la sutileza en el debate interno de Joseph Gordon-Levitt, quien interpreta a Richard Schultz el abogado fiscal adjunto del juicio, quien mostraba en sus gestos y acciones lo incomodo que se sentía por participar en un juicio que chocaba con sus principios, sin olvidar la participación Redmayne, quien no destaca mucho esta vez, podemos verlo como un joven que desea tener un futuro lugar en el sistema pero no a costa de la causa que defiende.
El mensaje de la película se ve con claridad en una de las mejores escenas de
toda la película que fue cuando Abbie Hoffman, interpretado por Cohen, sube al estrado para declarar, lo que te deja con una pregunta muy curiosa ¿Una persona
debe ser juzgada por sus pensamientos? Y precisamente ese el mensaje que se
busca: Nadie debe ser juzgado por pensar diferente. Además nos deja la
lección de que siempre se deben respetar
ciertos principios aunque no parezca conveniente respetarlos en ese momento.
Recomiendo ampliamente está
película, sin embargo no es una película que deba verse con toda la familia,
pues hay escenas o diálogos que no son aptos para menores, aunque si no eres muy fan de los
dramas judiciales o políticos tal vez debas pasar de lado pero te perderás de unas escenas geniales.
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