Otro título |
El Discurso del Rey |
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Director |
Tom Hooper |
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Productores |
Paul Brett Iain Canning Simon Egan Mark Foligno Peter Heslop |
Geoffrey Rush Lisbeth Savill Emile Sherman Deepak Sikka |
Tim Smith Gareth Unwin Bob Weinstein Harvey Weinstein |
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Guion |
David Seidler |
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Productoras |
The Weinstein Company UK Film Council Momentum Pictures Aegis Film Fund |
Molinare Investment FilmNation Entertainment See-Saw Films Bedlam Productions |
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Distribución |
The Weinstein Company Bazuca Films Diamond Films Anchor Bay Entertainment |
Argentina Video Home HBO max Lionsgate |
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Disponible |
HBO Max Compra y renta Amazon / Google Play /Apple TV |
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Año |
2010 |
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Reparto |
Colin Firth (La
saga de Kingsman) Geoffrey Rush (La
saga de Pirates of the Caribbean) Helena Bonham
Carter (Sweeney Todd: The Demon Barber of
Fleet Street) Guy Pearce (Memento) |
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SINOPSIS.
Es el año de 1925, y el duque
de York, segundo hijo del Rey George V del Imperio Británico: el príncipe Albert,
se dirige a la audiencia reunida en la Exhibición del Imperio en Wembley,
Londres, para dar el discurso de clausura, sin embargo, él tartamudea todo el
discurso.
Derechos reservados por The Weinstein Company y otros |
RESEÑA.
Dar un discurso suele ser una
experiencia intimidante, ya que la idea de estar en frente de varias personas mientras
dices algo en voz alta puede ser tan aterrador que incluso hay algo conocido
como “pánico escénico”, pero las cosas pueden ser diferentes dependiendo de cada
persona.
En el caso del Rey George VI
la tartamudez fue uno de sus frenos para dar grandes discursos a sus súbditos, después
de todo tenía que hacer frente a uno de los inventos más grandes del mundo
moderno: “la radio”. Misma que obligó a varios líderes mundiales a prepararse
para “invadir” las casas de miles de personas e informarles diversas
situaciones como la guerra.
Durante los eventos previos a
la Segunda Guerra Mundial, en el Reino Unido pasaban una serie de complicaciones
en la familia real, entre los que destaca el comportamiento menos recatado de quien
sería conocido como el Rey Edward VIII, quién deseaba más que cualquier otra
cosa casarse con una mujer prohibida por su familia, mientras mostraba poco a
poco más su desdén por ciertos aspectos de la corona. Es así que caía en manos
de su hermano, el Rey George VI, guiar al pueblo británico en una de sus peores
etapas.
El discurso de clausura. Derechos reservados por The Weinstein Company y otros |
Dicho recorrido comenzó con un
discurso que se oyó por todo el Imperio Británico, sin embargo, para llegar a
ese momento esta película nos guía a través de una serie de rutinas y vivencias
del monarca inglés y de Lionel, su doctor y confidente.
Este dúo interpretado por Colin
Firth y Geoffrey Rush, es uno de los mejores que he visto en
pantalla, ya que muestra una química cordial, lo cual ayuda que la historia
pueda ser creíble para los espectadores.
Por el lado de Colin, podemos
ver a un hombre que en verdad se esforzó por meterse al papel, ya que su
comportamiento, postura y en especial la forma de hablar, hacían que uno creyera
que era un hombre con problemas del habla. No por nada consiguió su primer Oscar
con esta película.
Ante su gabinete. Derechos reservados por The Weinstein Company y otros |
Sin embargo, hubo críticas sobre
su papel, ya que él interpretaba un monarca de entre 40 y 44 años cuando él
tenía 50, agregando a ello que Guy Pearce, actor que interpreta al otro monarca,
era considerablemente menor que él.
Pero este punto me parece muy
acertado por parte de Nina Gold, encargada del reparto de los actores, pues
Colin tenía ese aire maduro del cual carecía Guy, lo cual era necesario
para hacer una clara distinción entre ambos monarcas, pues como vimos en pantalla
George VI era un hombre más apegado a las tradiciones que su hermano.
Antes de hablar sobre el
segundo miembro de este dúo, no puedo olvidar mencionar a una de las mortifagos
presentes en esta película: Helena Bonham Carter, quien también dio
muestras de su talento interpretando a la Reina Consorte Isabel, dicha experiencia
fue uno de los puntos que más adelante le pudo haber servido durante su
participación en la serie de Netflix “The Crown”.
Reina y Rey. Derechos reservados por The Weinstein Company y otros |
Por otro lado, tenemos a Geoffrey
quien se mostró en pantalla como un maestro determinado en preparar a su
alteza en dos aspectos que le causaban problemas a este. El primero por obvias
razones: el habla, que fue tratado con ejercicios físicos para conseguir un
gran avance, sin embargo, eso también implicaba otro problema: la insuficiencia.
Como mencione antes, la
actuación de Colin se inclinaba hacia un personaje introvertido, siendo esta personalidad
nada propia de un rey, por lo que depende de Lionel (Geoffrey) motivarlo
y, en ocasiones presionarlo, para ser más determinado. Cosa que funcionó muy
bien en pantalla.
Además de eso, la
participación de Rush no fue únicamente como consejero externo del Rey,
también pudimos ver esa particular teatralidad que tiende a acompañarlo, como
en cierta escena donde se encuentra dando una pequeña -pero divertida- representación
de “La tempestad” de William Shakespeare.
Una de las cosas que me parecieron
interesantes de la película fue ese pequeño toque al racismo, o elitismo, inglés
en contra de los australianos, él cual fue añadido para dar más énfasis a la
nacionalidad de Lionel como australiano.
Lionel (Geoffrey Rush) Derechos reservados por The Weinstein Company y otros |
Estoy de acuerdo con aquellas personas
que critican la película por no tener un seguimiento 100% fiel a la historia detrás
de la abdicación de Edward VIII, ya que se evitó mencionar el acercamiento que tenía
dicho monarca con el fascismo británico y alemán, además de no representar adecuadamente
la posición de Winston Churchil sobre la abdicación.
Pero eso no significa para
nada que la historia que vemos sea mala, ya que, a pesar de no tener momentos
de acción o suspenso, tiene momentos dramáticos eficientes y conmovedores como
cuando “Bertie” habla con Lionel sobre su dura infancia, o bien, cuando se
logra convertir en Rey y debe lidiar con su coronación. Cosas como esas hacen que
perdonemos esos deslices históricos.
Respecto al lado técnico de la
película, debo admitir que fue completamente de mi agrado. La banda sonora a cargo
de Alexandre Desplat fue notable en ciertas escenas sobre todo
considerando el discurso final del Rey. El trabajo de la cámara destaco notoriamente,
enfocando a ciertos personajes en el momento correcto y crear situaciones
abrumantes como cuando debe Jorge VI presentarse ante su nuevo gobierno donde nos
muestran la gran presión que recae sobre él.
Finalmente, este drama biográfico
es uno que realmente vale la pena ver, sobre todo si eres fan de la familia
real británica después de ver “The Crown”, ya que esta película tiene ciertos
aires que te recordaran mucho a esta serie.
VER TRAILER.
DATOS CURIOSOS.
Nueve semanas antes de que
comenzará la filmación, el nieto de Lionel Logue, Mark Louge, descubrió y posteriormente
entregó a Tom Hooper y David Seidler, documentos personales de su
abuelo, entre los que destacan notas sobre sus sesiones con el Rey y más de 100
cartas personales que se dieron ambos. Dicha documentación también cayo en
manos de los dos protagonistas para interpretar mejor a sus personajes.
El guionista David Seidler tartamudeaba
de niño y durante su infancia escuchó el discurso de guerra del Rey George VI. Cuando
creció le pidió permiso a la entonces Reina Madre Elizabeth usar la historia
del Rey para crear una película, ella le dio permiso, pero le pidió que no lo hiciera
mientras ella estuviera viva, pues los recuerdos le eran muy dolorosos.
El papel del Rey George VI fue
pensado originalmente para Paul Bettany, pero él se negó para pasar
tiempo con su familia, admitió tiempo después que se lamentaba por dicha decisión.
David Seidler se convirtió
a sus 73 años en la persona más longeva en ganar un Premio de la Academia al
Mejor Guion Original.
Esta es la primera película australiana
en ganar el Premio de la Academia a la Mejor Película.
Una vez terminada la película,
Colin Firth luchó por perder el tartamudeo que había desarrollado por su
papel.
Colin Firth ganó el Oscar
como Mejor Actor por su interpretación en esta película. Al año siguiente,
entregó el premio de Mejor Actriz a Meryl Streep por su papel en “The
Iron Lady”. Posteriormente, ella entregaría el premio como Mejor Actor a Daniel
Day-Lewis por interpretar a Abraham Lincoln en “Lincoln”.
Colin Firth es un
republicano británico que aboga por la abolición de la monarquía.
Si se pone atención hay carteles
publicitarios de Blackshirt en la película los cuales tenían letreros como "Fascism
is Practical Patriotism" y "Stand by the King".
Esta no fue la primera película
en hablar sobre la tartamudez del Rey George VI, en el 2002 la película para la
televisión “Bertie and Elizabeth” lo había tratado.
Tom Hooper recibió el Premio
de la Academia como Mejor Director por esta película, la cual fue su primera
nominación.
Está incluida en la lista de “1001 Movies You Must See Before You Die”.
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