Otro título |
Tribunal de menores |
Director |
Jong-Chang Hong |
Guion |
Kim Min-seok |
Productoras |
GT :st Gill Pictures |
Distribuidora Disponible |
Netflix |
Año |
2022 |
Temporada |
1 temporada. 10 episodios. |
Reparto |
Kim Hye-su (Tajja) Mu-Yeol Kim (Gi-eok-ui
bam) Lee Sung-min (Misaeng) Lee Jeong-eun (Parasite) |
SINOPSIS.
Shim Eun-seok, es una juez
dura y conocida por muchos por su aversión a los delincuentes juveniles. Es
destinada a un tribunal de menores en el distrito de Yeonhwa, donde ella rompe
con los protocolos jurídicos y administrar con ello su propia forma de castigar
a los delincuentes, lo que le traerá problemas con sus colegas.
Derechos reservados por Netflix y otros. |
RESEÑA.
Es normal que las personas se
interesen por series o dramas relacionados con temas jurídicos, pues no es muy
frecuente en la vida toparse con temas de dicha índole, y en parte es gracias a
la gran influencia de las series angloamericanas como “Suits” (2011-2019),
“Better Call Saul” (2015-2022) o “The Good Wife” (2009-2016), sin
embargo, y es un tema que no muchas veces se toca en la televisión, es la
visión de los jueces la que no se ve muy seguido.
Y esto es comprensible, pues
los personajes más dinámicos son las partes que luchan por el favor del juez
para conseguir una sentencia favorable, es raro imaginar para las personas al
juez como un ente dinámico, pues su trabajo únicamente es analizar el caso que
tiene enfrente de sí y encontrar la mejor manera de administrar la justicia,
sin embargo, ¿Eso no lo vuelve el ente más importante?
De ahí que esta serie nos
presente a un personaje sumamente seria, perspicaz, dura, pero sobre todas las
cosas: justa -en apariencia-. Dicho personaje es interpretado por la
sensacional Kim Hye-su, quien de verdad mostró a una mujer tenaz en
sus convicciones y con la cual podemos reflexionar entre lo que es correcto y
lo que es legal.
Shim estudiando. Derechos reservados por Netflix y otros. |
Aunque dichas reflexiones morales se pueden ver a detalle en la primera
parte de la temporada, en lo que llamaremos el “Arco del juez Kang”, donde
vemos como es que Shim actúa frente a ciertas situaciones con la cabeza fría
para poder dar la mejor solución a las víctimas, así como mostrarles a los
responsables lo que puede hacer la ley cuando es manejada de la “mejor” manera.
Sin embargo, y a pesar de las maravillas que hemos hablado de
Shim, ella no tiene límites cuando se trata de la administración de justicia, y
es aquí donde involucraremos una doctrina conocida como “Los tres poderes”.
Dichos poderes están establecidos
de acuerdo a las funciones que debe tener un Estado Soberano: Ejecutivo,
Judicial y Legislativo. Para esta reseña -y debido a que no somos un blog
jurídico, político ni filosófico- nos enfocaremos en lo siguiente:
Ejecutivo: es aquella función
encargada de la adecuada administración de los bienes y la ejecución de las
normas que rigen al Estado.
Legislativo: es aquella
función encargada a elaborar las normas que rigen el Estado.
Judicial: es aquella que se
encarga de interpretar y hacer valer dichas normas.
Por lo que podemos ver,
nuestra protagonista está encasillada en la función Judicial, quién solo debe
velar por que se cumpla con una norma, en este caso, la recurrente “Ley de
Protección de Menores” que contempla ciertas disposiciones para la adecuada
aplicación de sanciones a los menores que osen violar la ley.
El juez Cha y la juez Shim. Derechos reservados por Netflix y otros. |
A pesar de eso, Shim se
extralimita de dichas funciones y decide salir como toda una detective a
descubrir la verdad de cualquier crimen que llega a su tribunal, lo que provoca
que su personaje tenga ese aire rebelde y justiciero, pues lo que hace no es
ilegal pero tampoco es “correcto” según los protocolos doctrinales.
Sin embargo, dichas acciones
pueden desencadenar problemas que Shim no planeaba como la fuga de unas niñas
de una casa de libertad condicional, lo cual fue en parte su culpa por haber
incurrido en una investigación fuera de la línea de mando y por culpar a
personas por cosas que no eran malas, pero si ilegales.
Es así que la serie juega con
esa línea. Al menos hasta la segunda temporada, donde se podría llamar el “Arco
de la Venganza”, -al menos desde mi punto de vista-, aquí la serie nos ofrece
respuesta al porque Shim es como es frente a las personas y los delincuentes,
demostrando que no es puramente un personaje justo sino vengativo, algo parecido
a si Batman se hubiera vuelto juez.
De igual modo, vemos en este
arco como es que el personaje cae en una incoherencia en su forma de velar por
la justicia, pues como nos hicieron hincapié en el primer arco, ella vela por
que se cumpla la ley aún si no es lo más conveniente, pero ella misma hace lo
que le criticaba a al juez Kang: ser
imparcial, tomar la ley como pretexto para realizar actos imprudentes.
El juez Kang. Derechos reservados por Netflix y otros. |
Y si bien, todo salió como ella esperaba tal y como la conveniencia del guion
dictaba, también dejó en mi persona una sensación extraña, pues en un inicio confiaba
en que Shim seguiría con su principio de vida, pero no fue así, y dejó que sus
emociones casi la llevaran a la muerte.
Pero aún así dejó una lección muy curiosa: la justicia no es
necesariamente rápida. Debe ser expedita, es decir, sin traba alguna, pero
nunca a pasos acelerados, ya que como se dice coloquialmente “No son enchiladas”,
ya que esto provocaría consecuencias que nunca podríamos imaginar, como quedó
demostrado para la jueza Na (Lee
Jeong-eun).
No podemos dejar de lado, por supuesto al personaje interpretado por Mu-Yeol
Kim, el juez Cha, un hombre honorable, pero detrás de una personalidad
amable y comprensiva, debido a las dificultades con las que creció de niño,
pues tristemente vemos como una infancia dolorosa puede repercutir en la vida
de una persona.
Y esto es recurrente en la mayor parte de la serie, lo cual haría que se condenará a la serie como cliché, pero realmente los delitos juveniles tienden a no ser vistos por culpa de los propios padres, y aunque no es culpa únicamente de los tutores, pues como lo dice Shim: “Se necesita un pueblo para educar a un niño”, es decir, los delitos juveniles son responsabilidad de todos.
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Y quizá esa sea la razón por la
que los episodios que vemos en la serie se sienten reales, pues no muestran el típico
juicio donde todo parece terminar bien, sino una justicia que no siempre es la
mejor para todos.
Hay que admitir que ver una
serie donde muestran a un funcionario público decidido a cumplir con su deber hasta
el extremo puede parecer fantasiosa para muchos países, pues no podemos contemplar
a un funcionario que haga su trabajo, menos podríamos imaginar a alguien con
ese tipo de convicciones.
Pero también es necesario ver
este tipo de series para aprender que hay cosas que por muy descabelladas que
puedan ocurrir en la ficción, es necesario que busquemos ese ideal -por decirlo
de alguna forma-.
No puedo negar, como te
pudiste haber dado cuenta, esta serie dejo una impresión fuerte en mi y
definitivamente la recomiendo, pues las actuaciones de todos los actores no son
extravagantes como en otras series coreanas si no que fue seria y directo a la
emoción que querían mostrar. No recomiendo que esta serie la vean los menores
de edad por los temas que tiene, tales como violación, homicidio o prostitución.
Pero si la recomiendo para los
estudiantes de leyes o Derecho que apenas estén ingresando en la carrera, pues
encontrarán ciertos dilemas morales interesantes y que podrían llevar en la
vida práctica.
VER TRAILER.
DATOS CURIOSOS.
- Su primer episodio se basó en un caso real ocurrido en 2017, la mayoría de los detalles sucedieron, sin embargo, el crimen real fue cometido por dos chicas.
- A pesar de que existe un trasfondo realista en la serie, el escenario es ficticio, pues en Corea del Sur no existen los tribunales de menores propiamente, sino que son secciones juveniles dentro de tribunales de familia y de distrito.
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